Pero, en épocas anteriores, los moralistas gastaban mucha tinta en advertir de los peligros de las acciones manuales o digitales que, aplicadas por el agente en la verga, la vagina, el clítoris, el ano, o regiones adyacentes, iban dirigidas a satisfacer la concupiscencia. Los moralistas aseveraban que la masturbación provocaba, en los hombres, pérdidas de fósforo cerebral a través del semen. Se hablaba de «demencia precoz esquizofrenia masturbadora», y también de varices, colitis, prostatitis, endometritis, depresión, tuberculosis, ineptitud para el trabajo, dificultad para el estudio, espasmos cardíacos, irritabilidad y debilitación visual. Todas estas alucinantes fantasías formaban parte de la educación moral impartida en los colegios de la primera mitad de nuestro siglo, que, en nuestra Patria, duró hasta el tercer cuarto. La «patología» de la masturbación servía de argumento propagandístico para uso de los buenos padres de familia, y de los santos varones y mujeres que nos educaban en los colegios religiosos de la época. En el caso que nos ocupa, necesidad de masturbarse. En ciertos casos, la masturbación adictiva puede sustituir otras actividades sexuales. Hay personas que solamente son capaces de satisfacerse sexualmente mediante la masturbación, y dejan de interesarse por las relaciones interpersonales.
En busca de respuestas, BuzzFeed les pidió a personas de todas las edades, géneros y sexualidades describir el entraña del asunto de cómo se masturban realmente. Esto es lo que dijeron. Por lo general, lento y constante al principio, luego acelero hasta estar en tono con lo que estoy leyendo o viendo. Me aprieto yo misma con el talón del abecé. Casi como enrollar masa de faceta de palito de pan. Pegué con una ventosa un consolador a un lado de la tina y utilicé una vibradora para estimular el clítoris.
Entiendo perfectamente lo que muchos de ustedes comentan. Y les digo si se puede dejar las masturbación, pero no es de un día para otro. La culpa que sienten y que les pega duro es por una razón muy simple: es la lucha interna entre lo que sabemos que debemos hacer y lo que nos gusta hacer. Esto porque en el interior decimos, que si nos masturbamos, pero no, porque hay gente que lo hace mas. Cuando reconocemos que le tenemos gusto, dejamos de apostar que somos viciosos o adictos. Muchos de ustedes hablan de hacerlo 2 o 3 veces a la semana y que eso es excesivo, empero hay gente que lo hace anales y muchas veces al día. Todavía note que de hacerlo un equivalente de veces a la semana, ya lo estaba haciendo diario y cuando por razones ajenas a mi andoba no podía hacerlo por varios días notaba un cambio positivo en mi humor y en como me sentía. La parte mas dura fue cuando me pase todo un día viendo pornografía y me masturbé 8 veces. Así como les pasa a ustedes yo también sentí culpa y me catalogue como depravado o con una adicción.
Al final, me preguntó si tenía webcam. Ella conectó su video y cuando la vi resultó ser una fámula muy bonita. Con una chica como ella, uno puede llegar a extraviar la cabeza. Continuamos hablando, pero únicamente a través de mensajes. Me dijo que temía que su hermana la oyera. Y que hablar conmigo le excitaba. Entonces me preguntó cómo época mi pene. Se lo mostré y le dije: Es tu turno.