No besa. No toca. Simplemente nada y tenemos poco de casados. Me ha despreciado mucho sexualmente hablando que estoy agotada emocionalmente,El dice que no siente deseo sexual asi de simpleque yo puedo masturbarme y comprar juguetes, que no hay problema para usarlos a solas ya que no desea participar … es el unico problema de nuestro matrimonio. Solo se que A partir de hoy soy yo quién ya no quiere nada. Ya no quiero que me toqué. Tampoco quiero que me bese. No quiero ya nada.
Esta zona arbolada de En una mañana típica, se ve a niños y adultos corriendo, señoras mayores sentadas en los bancos y hombres caminando por las alamedas. Parece un juego a escondidas. Un hombre se sienta en uno de los bancos, conversa con una mujer entre risas y rechazos. En julio pasado, el corregidor de la ciudad suspendió temporalmente varios de los contratos de los trabajadores del parque, desde conserjes hasta guardias y personal de limpieza.
Existe en nuestra sociedad algo peor que no querer ser madre. Pensar y, sobre todo, decir que ha sido un error haberlo sido. Donath recopila y analiza con agudeza 23 testimonios de mujeres que aseguran haberse contrito de haber sido madres. Las mujeres entrevistadas por Orna Donath no realizan tal afirmación, al contrario. Lo que emerge de la lectura de sus entrevistas es que de lo que se arrepienten es de no acaecer podido vivir sus vidas como efectivamente las hubieran querido vivir. Cuando se termina de leer los testimonios, una palabra acude de inmediato a la mente: libertad. La libertad de cualquier persona de vivir la vida como la quiera vivir y no de acuerdo con las convenciones ni las presiones de determinados ambientes ni de sus parejas. Porque ser madre, ya todavía cueste asumirlo, no es una obligación.