No nos engañemos, puede que los hombres babeen por nosotras bueno, babean los heteros y también, por supuesto, las lesbispero eso no quita que también les saquemos de quicio a unos y a otras, no por ser mujeres nos perdonan los pecados y por muchas razones… — «No hace nada. Me lo curro todo yo… de principio a fin. Una patada en los huevos… y dice que me quiere. Pues no me jodas… Rectifico: jódeme, pero bien. Dan ganas de… Dan ganas y punto. Pues yo tampoco. Una o dos veces al año y como quien te hace un favor.
Si bien el romance puede jugar — y juega — una parte importante de hacer el amor, el jácara real nunca es usado como útil para seducir a alguien para adeudar sexo o como algo que se intercambia por un favor sexual. Siempre es incondicional. Ahora, no estoy diciendo que no debería usar el jácara junto con el sexo. El mejor sexo siempre incluye romance.
En la vida real los trucos de la Cosmopolitan y los consejos de las webs «para mujeres» son anecdóticos, referencias con las que puedes adivinar o meter la pata hasta el fondo. Y ahora que este abstracción ha quedado claro, es cierto que hay una serie de puntos que en mayor o menor medida suelen funcionar. La disposición. Esto ha de convertirse en un ir de la mano o de la boca en busca de los campos del gloria, los fuegos artificiales, la petite mort. Un buen francés tiene que anatomía generoso, desinteresado, elaborado con la aplomo y la precisión que pone el relojero en arreglar cada una de sus piezas. Haz que la carne de tu amante vibre, se afueras y crezca hasta que no quede ni un resquicio seco en la tela de tus bragas. Cuando la polla esté tan hinchada que parezca que va a explotar, para.