Rivaliza en belleza con Cudillero, pero Lastres tiene un toque diferente. Desde el mirador de San Roque nos muestra su mejor cara. Un bonito conjunto urbano de calles empedradas, grandes cuestas y escalinatas, enmarcadas por una bellísima playa y el tradicional puerto de pescadores. Un galardón bien merecido que atrae cada fin de semana de verano a cientos o miles de visitantes. Mucho mejor visitarlo entre semana o durante los meses de temporada baja. Os aseguro que recorrer este pueblo en solitario es una experiencia digna de repetir.
Mucho recomendables. Oviedo es una ciudad noble, histórica, cultural y acogedora. No es extraño que cuente con una licitación de infinidad de restaurantes y resulta muy difícil aventurarse a fijar un ranking entre ellos. Sin embargo, como clientes que ocasionalmente nos regalamos un almuerzo en un restaurante, todos sabemos lo que deseamos: calidad de los productos, local acogedor, amabilidad del elenco y un precio razonable. A veces falla alguna de esas cuatro patas y el crédito o valoración del local se resiente y huimos de asistir y de recomendarlo, e aun lo criticamos vivamente para evitar daños a otros incautos.
Una vez arriba no te olvides de tocar la campana de la ermita y pedir un deseo. Si el deseo consiste en no tener que bajar las escaleras a pie siento decirte que no va a anatomía posible, sorry. Tiene una pinta tremenda. Si puedes, y te pilla alambrada, no te lo pienses dos veces. Todo el mundo que conozco que ha ido vuelve encantado. Entre la colegiata de Santa Juliana, callejear por sus calles adoquinadas y quedarte abobado mirando las típicas casas montañesas echas la tarde encantado de la biografía.
